El Dr. Edgardo Engelmann afirma que hay que estar muy atentos a la forma de sobrellevar el aislamiento, sin descuidar las graves secuelas que pueden aparecer cuando la pandemia termine.
En la entrevista, recomienda comportamientos para atravesar este momento y brinda señales de alerta para tener en cuenta. A continuación un extracto de sus declaraciones.
En este aislamiento, el problema más común es la ansiedad y el miedo a la muerte, propia o de un ser cercano.
La inseguridad económica es otro de los miedos más comunes. La soledad, la falta de contacto físico, es uno de los factores que más afectan las relaciones.
Los niños fundamentalmente necesitan la compañía de otros niños, y hay que facilitarles la comunicación.
Los niños fundamentalmente necesitan la compañía de otros niños, y hay que facilitarles la comunicación con sus amigos, a través de videoconferencias supervisadas por adultos.
El encierro provoca mas intolerancia e irritabilidad. Además, estamos perplejos, no entendemos por qué estamos solos. Naturalmente tendemos a reunirnos para enfrentar el peligro, y ahora sucede que nos dicen que debemos separarnos y no vernos.
Tenemos que tratar de estar en contacto a través de los medios digitales.
Aumentar las llamadas de teléfono o teleconferencias con los seres queridos y amigos. Es fundamental establecer rutinas, principalmente para los chicos, aunque a los adultos también los ayuda. Hay que estar atento al abuso de sustancias como el alcohol.
La convivencia prolongada en situaciones disfuncionales favorece la violencia doméstica y el abuso infantil.
Hay que favorecer políticas de denuncia y atención urgente. La compra en farmacias del barbijo rojo y otras acciones del Gobierno van en ese sentido, acertadamente. Hay que pensar en lugares y espacios donde apartar a víctimas de la violencia de sus victimarios.
Es necesario reforzar el sistema de salud mental, con la atención remota y la entrega fluida de medicación psiquiátrica, con recetas digitales. Las disposiciones del Ministerio de Salud están favoreciendo esta práctica.
La pandemia va a dejar las mismas secuelas que una guerra.
Se viven situaciones muy dramáticas, como muertes en circunstancias desesperantes, agravadas por la imposibilidad de despedirnos de los seres queridos.
Las secuelas de la pandemia pueden ser más graves que lo que experimentamos ahora, como depresión y Síndrome de Stress Postraumático.
Estas situaciones extremas producen depresión y el Síndrome de Stress Postraumático. El porcentaje de la población que puede sufrirlo es muy alto, y varía entre el 10 al 20%. Lo que puede pasar después de la pandemia, en cuanto a sus secuelas, es posible que sea más grave que lo que experimentamos ahora.
Es imprescindible estar preparados para lo que va a aparecer después de este aislamiento.
Este síndrome es más peligroso cuando persiste en el tiempo. Es muy probable que en el futuro mucha gente tenga miedo a estar cerca de otros, a salir de la casa por temor a contraer alguna enfermedad, y otros temores, que alterarán gravemente el funcionamiento de sus vidas. Es imprescindibles estar preparados para lo que va a aparecer después de este aislamiento.
Entrevista publicada en Agenda Sur